El destino de la pequeña Carolina
fue decidido por el grupo de matronas-viudas, vestidas de saris blancos que
habitaban en el ashram, en la India. Viviendo en un país diferente al suyo, sin
apoyo y sin casta reconocida, las opciones eran pocas. Carolina fue cedida en
matrimonio por una fuerte suma, cuando solo contaba con once años. A pesar de
ser Americana.
Cuando años después, ya viviendo
en América, se solicita una persona que conozca el dialecto de la región en
donde ella vivió de pequeña, no duda en presentarse y lograr el puesto de
traductora. Ese idioma que tantos recuerdos difíciles le traía, la acercó a
conocer un mundo de empresarios, exuberancia y extraños acuerdos.
Armada con sus zapatillas de
deporte, su cabello rebelde y rizado, las facciones aniñadas y perfectas y, con
su carácter dulce y a la vez fuerte, Carolina perderá más de una vez el aliento
ante la sola presencia del señor Rayder, un empresario joven y exigente. Además
de tener que enfrentar a Vainavi, el indio que pagó por ella para hacerla su
esposa, diez años atrás y quien hará lo que sea para obligarla a regresar, al
encontrársela en una de las negociaciones en donde ella trabaja.
Alessa
Muy interesante me lo llevó gracias chicas, me encantó la nueva presentación, pero le faltan los motivos navideños, ah!!que exigente soy verdad, gracias desde Puebla México.
ResponderBorrarMuy interesante me lo llevó gracias chicas, me encantó la nueva presentación, pero le faltan los motivos navideños, ah!!que exigente soy verdad, gracias desde Puebla México.
ResponderBorrarHola Lauri, que bueno que te guste. Estamos en eso, me alegra que te guste, tranquila no eres muy exigente XD... Besos, Alessa.
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