Sálvame y te salvaré...
Mi nombre es Calla Price. Tengo 18
años y soy la mitad de un todo. Mi otra mitad... mi hermano gemelo, Finn... está
loco. Lo amo. Más qué a la vida, más que a nada. Y aunque me aterra que él me
arrastre con él, nadie puede salvarlo excepto yo.
Estoy haciendo todo lo posible
para permanecer a flote en este mar de locura, pero me estoy ahogando más y más
cada día. Así que extiendo mi mano hacia un salvavidas. Dare DuBray. Él es mi
Salvador y mi Anticristo.
Sus brazos son donde me siento
segura, donde temo, donde pertenezco, donde me he perdido. El tratará de sanarme,
quebrarme, amarme, odiarme.
Tiene el poder de destruirme. Tal
vez eso es aceptable. Porque no puedo salvar a Finn y amar a Dare sin que todos
salgan lastimados ¿Por qué? A causa de un secreto. Un secreto que estoy tan
ocupada tratando de averiguar, que nunca lo vi venir. Tú tampoco lo harás.
La verdad te liberará...
Mi nombre es Calla Price y me estoy ahogando.
Mi nuevo mundo es un oscuro, oscuro océano y me
estoy hundiendo por los secretos.
¿Puedo confiar en alguien? Ya no lo sé.
Las mentiras son espirales. Se retuercen y giran,
atándome con sus espinas y lenguas serpentinas. Y justo cuando pienso que ya lo
he descifrado, todo es empujado de debajo de mí.
Estoy enredada en la oscuridad.
Pero la verdad me liberará.
Está justo delante de mí, tan cerca que la puedo
tocar. Pero aunque brilla y centellea, tiene colmillos lustrosos y sé que me
destrozará.
¿Estás asustado?
Yo lo estoy.
Nunca supe cuáles serían las
consecuencias.
Digo eso como si fuera una
defensa, una excusa.
No lo es. Simplemente es la
verdad.
Nunca supe en lo que él se
convertiría para mí.
A través de todo, se ha convertido
en mi todo.
Mi roca, mi aire, mi amor.
Mi todo.
Y luego...
Las cosas cambiaron.
Porque estaba mal.
Porque algunas veces, nuestros hijos
deben pagar por los pecados de sus padres.
O de sus madres.
Me temo que estoy perdida, que
estoy condenada.
Después de que leas esto,
probablemente estarás de acuerdo.
Realmente no importa.
Todo lo que importa es que lo
salvé.
Porque no debería pagar por mi
pecado.
Júzgame si quieres.
Pero sigue leyendo.
Éste es nuestro comienzo.
Aquí es donde realmente comienza
la oscuridad.
Alessa
0 comentarios:
Publicar un comentario
Un Blog se construye con muchos comentarios...
Tu opinión cuenta!!!
Comenta